(No sé si he respirado los
rayos de su luz
y si al mirarte una impalpable lágrima
aproximo,
una abrigada pluma, una burbuja; risada,
un titubeante círculo de amor y sueños).
Ajena al paso de mi voz, al incesante
fuego que va contra el olvido, retirada
a música inmóvil había de escucharte.
Detenido en silencio todo cuanto tocas,
rostro, vaso de fugaz derredor, madura
espalda.