JAVIER SOLOGUREN (Lima, 1921)

COROLA PARVA

La tinta en el papel. El pensamiento deja su noche.

¿Qué poeta está en mí y con qué idioma lento me nombra?

Fanales en lo oscuro del agua, nuestros trémulos cuerpos.

Santarrositas en el cielo gris: el tiempo y su paisaje.

Lunar magnolia, el fuego diurno tocó tu carne

Oh agua quieta, qué silencioso el mundo en ti despierta!

El alba enciende yacente realidad irrealmente.

Ya no te escucho, río, solo has quedado murmurante vacío.

Agua del plenilunio: sin pensamientos poseo el mundo.

Un día más y una jornada menos llevándonos al cero.

No veo el florecer del naranjo, oigo subir su canto.

Ni más lejos ni más cerca , aquí de pie, precisamente.

Soledad de los campos, pero dialogan viento , agua , pájaros.

La hiedra a tu ventana otra vez llega, mas no lo sabes.

 

Al huésped de la niebla la vida llega en las palabras.

¿Cómo es el mundo? Sencilla gota de agua inagotable.

Altos soles pequeños en el pecho arden: tu edad, muchacha.

Como el viento en las hojas, a ti no te ven: ven que me inquieto.

Nieve cayendo en el vaso del cielo: ¿rosas? , la rosa!

En Garcilaso  sabe el terruño a fruto tal su recuerdo.

El pajarito negro, miga en el pico, rápido vuelo.

Soñé la piedra. Qué transparente su corazón!

Bajo la sombra bullen los peces y la totora crece.

He apagado la lámpara y cerrado los ojos para encontrar la noche, y me doy con pequeñas estrellas fugaces!